Esta semana se celebrará en Gijón el 14 Foro de Empleo, y durante 2 días se hablará de futuro laboral, de salidas profesionales, de currículums y cómo no, de competencias. De las muchas definiciones que circulan por ahí de lo que actualmente se entiende por competencias, vamos a quedarnos con esta de la Wikipedia: “Las competencias son las capacidades con diferentes conocimientos, habilidades, pensamientos, carácter y valores de manera integral en las diferentes interacciones que tienen los seres humanos para la vida en el ámbito personal, social y laboral. Las competencias son los conocimientos, habilidades, y destrezas que desarrolla una persona para comprender, transformar y practicar en el mundo en el que se desenvuelve.”
Las competencias a las que se hace referencia son varias, para algunos son 5 para otros 10. La capacidad para aprender, de auto-motivarse, ser flexible y polivalente, de ser proactivo, ser creativo, saber comunicarse,trabajar en equipo….
Ya no se habla de formación académica, ni de experiencia. Se habla de competencias, y en ese caso ¿Estamos hablando de actitud o de aptitud?
¿Se puede aprender a ser proactivo?, ¿se pueden desarrollar las habilidades comunicativas?, ¿puede una persona que siempre ha sido metódico y recto en su hacer, volverse creativo y flexible?
Hay habilidades personales que con actitud, es decir, con ganas y teniendo en el punto de mira siempre un objetivo que para nosotros sea un motor, sea la fuente de nuestra motivación interna, se pueden modelar y mejorar. Por ejemplo si soy tímido, suelo quedarme en un segundo plano, puedo mejorar mi manera de verme a mí mismo, de mejorar mi confianza y autoestima de manera que pueda enfrentarme al día a día y las relaciones con los demás de manera satisfactoria.
Por otra parte, una persona que se siente más segura siendo dirigida por otra, que nunca ha tenido o no ha querido asumir una figura organizativa o de liderazgo, ¿puede convertirse de la noche a la mañana en un líder si su puesto lo requiere? se puede organizar y ordenar pero, ¿se sabe ser líder?
Llenar tu currículum de habilidades personales y competencias “clave” de desarrollo profesional no te servirá de mucho si a la hora de la verdad, en la entrevista o en el puesto de trabajo, no puedes defender que posees esas competencias o no puedes explicar alguna ocasión en la que tuvieras que ponerlas en práctica de manera satisfactoria.
La sinceridad y la honestidad, deben ser las primeras competencias que se reflejen en tu presentación profesional.
No te dejes impresionar por el seleccionador que tengas ante ti, hace tiempo tal vez se limitaba a buscar a la persona más preparada, al candidato con más titulación. Hoy en día parte de su trabajo, una parte muy importante y difícil de su trabajo consiste en ver la persona que hay ante él, en descubrir en pocos minutos a la persona que hay en ti.
“A menudo las personas dicen que aún no se han encontrado a sí mismas. Pero el sí mismo no es algo que uno encuentra, sino algo que uno crea”. – Thomas Szasz
[Tweet «las personas dicen que no se han encontrado a si mismas.El sí mismas no es algo que uno encuentra sino algo que uno crea. T. Szasz»]
Y ahora te preguntarás, cómo se yo cuáles son mis competencias. Piensa qué actitud ante la vida te ha dado satisfacciones, qué capacidades has demostrado en momentos de tu vida difíciles, qué cualidades valoran en ti tus compañeros, tus amigos. Ante las adversidades cuál es tu actitud. En el entorno en el que te mueves qué rol desempeñas, tal vez eres la persona que intenta que todos se lleven bien, o tal vez la que analiza los pros y los contras de las cosas, eres la que propone otras opciones o eres la que decide escuchar.
Una vez que sepas cuáles son tus capacidades personales, recuerda, la responsabilidad de mostrar el profesional que hay en ti, es tuya. ¿Sabes ya qué competencias deben aparecer en tu currículum?
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